Saturday, November 13, 2010

Crisis-Carencia-Pena

Débil mentalmente, débil físicamente. Un malestar propio de una enfermedad me hace suya. El área afectada es  pequeña y profunda, es lo más profundo que tengo,  es esa que después de descubrir su existencia intento alimentar como puedo, hacerla gozar como puedo y purgar como puedo, me duele adentro. Pero esto no se trata de cómo me gustaría dejar de ser yo ahora para parar de sentirme como una perdida, una desubicada… como una nada, me siento como si fuera nada, no como si no existiera, sino como si lo que soy no fuera suficiente para ser considerado algo, no de eso no se trata…   Pero que fuerte:  “nada”, ni para los que me ven actuando y me juzgan, ni para los que actúan igual a mi pero les importan los jueces, ni para los que invirtieron en mi y no ven alguna ganancia,  ni para la persona que acabó accidentalmente de pararse encima mío y presionar hacia abajo, de un lado al otro su zapato ahí mismo, y después el otro, porque no me vio. ¿Y  qué va a ver? 

Es una pena ser yo en este momento, tengo pena, tengo que tener pena, ojalá no se me quite pronto porque no quiero me vean ser yo en mucho tiempo.  Nunca se me había ocurrido beber licor hasta este momento, así se deben sentir los alcohólicos con sus vidas porque tengo ganas de emborracharme sola y perder el conocimiento aquí en mi cuarto, no importa que despierte con un dolor de cabeza, mejor porque quiero distraerme, pero sin dejar de recordar que doy lástima.

El dolor se hace menos intenso, pero si algo me han enseñado estos años de ser mujer y soportar dolores indescriptibles cada mes, es que así se sufre, un poquito más y luego un poco menos y es como un juego, el alma se comporta igual que la matriz, aprecio estos momentos de baja intensidad pero ya sé que va a llegar al nivel de antes, un poco más ya que he decidido que el texto que escribo a falta de humanidad, va a ahondar sobre esto.

¡Que crisis! La mía, no es el momento porque mis sentimientos tienen una herida a flor de piel, pero estoy segura que los cambios son inminentes, me declararé autodestructiva si me equivoco, no para evidenciar mi descenso sino para culpar a alguien por lo que ya pasó, lo cual no tiene ningún sentido porque ya está claro, fui yo.  También ¡Que carencia! de amigos. No tengo a quien descargarle esta rabia, siempre he dicho que estoy sola, que voy sola, que me gusta estar sola pero yo sola no voy a negar las necesidades sociales de los hombres, ni las mías, de verdad quisiera ser escuchada quiero llorar en las piernas de alguien.  Decirle que me quité todas las mascaras delante de una persona que me importaba y lo ignoró, pero no tengo a nadie. Tendría que desnudarme otra vez para ser transparente y no podría hacerlo, Sobretodo ¡Que pena!

Dicen que “pasado es pasado”, “el pasado pisado”, y ¿que cuando es presente?  Cuando todo, desde el estilo de vida que llevo me está deteriorando mientras escribo.  No sé si tenga la fuerza para eliminar todos los agentes que me hacen daño, estoy segura que quiero. Querer no es poder, nunca lo ha sido, pero esta vez toqué por fin el fondo.  No he eliminado los mecanismos de comunicación porque eso me pondría en evidencia en lugar de ocultarme, pero si quisiera hacerlo.  Voy a irme a los extremos. Cambios radicales, necesito dejar, parar. No tengo que hacer nada sólo abstenerme de hacer cosas, suena tan simple. Renunciar a todo menos a la comida, nadie quiere ser gordo pero “nadie” es precisamente lo quiero dejar de ser.

Todo esto fue muy cruel, lo recuerdo y lo entiendo, sé perfectamente las acciones que tuvieron lugar y dolió cada cosa,  yo no estaba en las nubes, siempre los pies en la tierra me jacto de ser una de esas personas que no tienen esperanzas rosas basadas en un guion, pero no sirvió de nada dolió igual que caer del cielo al suelo. No sé si desperté pero ya no tengo sueño.



No comments:

Post a Comment